Fotografía: DocumentaMadrid. Sara Amo.

En el cine, en la tele, en la vida… todo suena.

Pero a pesar de la importancia que tiene el audio, no siempre se le presta la atención que se merece. De hecho, nadie se plantea publicar una producción con la imagen borrosa pero sí con sonido de baja calidad. No sería la primera vez que en el cine o en la televisión nos encontramos con obras con un sonido deficiente.

Para abordar los retos y dificultades que se presentan en cada rodaje y en los procesos de postproducción, en DocumentaMadrid 2019 se ha presentado “Cómo hacer un buen sonido y no morir en el intento”,  encuentro profesional fruto de la colaboración del festival y DRAX audio, que llenó la sala Plató de Cineteca.

En la mesa participaban Carlos de Hita (técnico de sonido de la naturaleza), Daniel Rodrigo Hitos (jefe de sonido en La Caña Brothers), Charly Schmukler (Sound Mixer y Sound Supervisor), y estaba moderada por Javier Vacas, consultor especializado en el sector audiovisual y director general de assetMedia.

Estos son algunos de los temas que se abordaron:

  • La importancia de la calidad del audio por las exigencias del mercado y los retos que plantea la toma de sonido con los invitados (que puede provocar que incluso algunos de ellos se marchen).
  • Los retos y problemas que se producen en la fase de postproducción. La tan manida frase de “esto se arregla en postproducción” tiene un límite.
  • En ficción, el sonido se basa en tres ámbitos muy concretos: diálogos, efectos y ambientes, y músicas. Hay que tener claro que estos materiales se pueden integrar. Pero en los documentales es habitual descubrir que no se puede apoyar la narrativa con la música tal y cómo se quiere porque el diálogo no está bien grabado. O que directamente no se escucha porque hay mucho ambiente… Si partimos de unos diálogos de mala calidad es muy difícil que la producción funcione, que podamos emplear la música a los niveles que queramos, o que podamos añadir ambientes definitivos porque todo está saturado de información no valida.
  • En muchas ocasiones hay poco tiempo de preparación y dificultades para recrear el sonido real.
  • Es importante la elección del lugar en el que grabar una entrevista. Hay que seguir un criterio de sonido, más que de imagen. Si el lugar es ideal pero no se escucha, no funciona.
  • El sonido tiene un valor narrativo, ayuda a construir el discurso y da vida a la acción.
  • En el caso de los documentales, hay que tratar de incorporar las tecnologías que se están usando en ficción, como las de sonido inmersivo. El desafío es que en cualquier producción audiovisual haya un responsable del sonido. No sólo alguien que sepa de sonido, también un responsable. Algo que no siempre ocurre en los documentales.
  • El sonido puede condicionar, modificar y mejorar el resultado del montaje, especialmente en el campo de la naturaleza.
  • El factor humano aporta creatividad a la hora de producir buen sonido.
  • El presupuesto no acaba en las horas inicialmente planteadas porque después hay que hacer diferentes versiones.
  • Técnicamente es un desafío producir un material que no sabes en qué formato se va a ver.